La convivencia es uno de los principales objetivos que ocupan las agendas, planes y programas de cualquier colegio o instituto. Los centros educativos necesitan ser espacios en los que las personas que los conforman puedan sentirse seguras, respetadas, reconocidas y cuidadas. Este es -o debería ser- siempre un objetivo a alcanzar para cualquier espacio habitado por personas diversas, pero especialmente en estos espacios en los que la mayoría de las personas que los habitan son niños, niñas y adolescentes, en etapa de desarrollo y aprendizaje; especialmente en estos espacios en los que la meta es enseñar a ser, enseñar a convivir y enseñar a aprender cómo hacer todo esto.
Cada vez son más centros educativos los que priorizan la convivencia y apuestan por crear oportunidades para construir prácticas, políticas y culturas de centro en esta dirección. Tradicionalmente se ha recurrido a un modelo retributivo de la convivencia, que se enfoca más hacia el cumplimiento de la norma, de tal forma que quien la traspasa aprende mediante una sanción establecida por la autoridad o las personas adultas. Se trata de un modelo que reacciona ante el conflicto, cuando este ya ha ocurrido, colocando la culpabilidad sobre la persona infractora y excluyendo a las víctimas del proceso de resolución. Este modelo tiene un potencial educativo limitado y genera sobrecarga y desgaste entre el profesorado y los equipos directivos, quienes tienen una sensación compartida de estar constantemente “apagando fuegos”.
Existe otro modelo para comprender e intervenir sobre la convivencia escolar y que rompe con la lógica anterior: el modelo restaurativo o relacional. Desde la lógica restaurativa de la convivencia se pone el foco en las relaciones de las personas que conviven diariamente en los centros educativos.
| JUSTICIA RETRIBUTIVA | JUSTICIA RESTAURATIVA |
|---|---|
| Utiliza el proceso judicial como procedimiento para resolver el problema. | Utiliza las prácticas restaurativas para resolver el problema. |
| La víctima no toma parte activa en el proceso de resolución. | La víctima, la persona infractora y la comunidad tienen un papel central en la resolución del delito. |
| Se busca al culpable. | Trata de mejorar la comprensión entre las partes, reparar lo que se ha deteriorado y, si cabe, restablecer la relación. |
| Se centra en establecer la culpabilidad y en el pasado. | Se centra en mejorar la situación, en qué queremos para el futuro. |
| Proceso adversarial que busca mostrar quién tiene la razón. | Proceso cooperativo que busca el diálogo y la negociación. |
| La comunidad es sustituida por la autoridad. | La comunidad participa en el proceso restaurativo. |
| El delito es un acto contra la institución. | El delito es un acto que disminuye el bienestar de la otra persona y de la comunidad. |
| El sistema judicial criminal controla las acciones contra el delito. | La comunidad controla el proceso. |
| La persona infractora rinde cuentas a través del castigo. | La persona infractora rinde cuentas asumiendo su responsabilidad y emprendiendo acciones reparadoras. |
| El castigo modifica la conducta de la persona infractora y sirve para hacer desistir a posibles infractores. | El castigo no cambia el comportamiento de la persona infractora, deteriora las relaciones y convierte al infractor en víctima del castigo. |
| Fuente: Adaptado de Zehr, H. (1990) | |
Como en cualquier proceso de cambio o transformación, un primer paso debe ser el análisis del punto de partida. Es decir, ¿en qué punto se encuentra nuestro centro educativo en cuanto a la convivencia? Dónde estamos para saber hacia dónde dirigirnos.
El objetivo de este trabajo es facilitar un instrumento que permita realizar un análisis exhaustivo y útil de los centros educativos y para los centros educativos en materia de convivencia, desde un enfoque restaurativo y, por tanto, participativo. Hemos destacado la importancia de la participación de la comunidad educativa en el modelo restaurativo de la convivencia. Por esto, creemos necesario contar con herramientas que hayan sido construidas incorporando estos principios básicos y que permitan que toda la comunidad educativa evalúe todos aquellos aspectos esenciales.
Cuando tratamos de construir una comunidad basada en los vínculos y en la calidad de las relaciones que la conforman es importante valorar si las necesidades de las personas, primero son conocidas y, después, si están cubiertas. Por ello es importante consultar y crear oportunidades para que todos y todas puedan participar y poner su voz antes de tomar decisiones de cambio y transformación. Este es tan solo un punto de partida, la línea de salida que tiene por delante aún todo el camino por recorrer y construir. Es decir, desde este modelo no solo vale con preguntar al principio, sino que en los pasos sucesivos se debe contar con alumnado, familias y con el equipo docente y no docente del centro, siendo partícipes de las discusiones y decisiones que se tomen.
Por esto hemos querido contar con las voces y la participación de todos los miembros que componen los centros educativos. Podréis observar que este instrumento está compuesto por diferentes encuestas para toda la comunidad educativa: equipo directivo, personal no docente, departamento de orientación, profesorado, tutores/as, alumnado y familias.
A su vez, se trata de una herramienta flexible y adaptable a las características y circunstancias de cada centro educativo. Partimos de la idea de que el cambio es un proceso, y por ello cada comunidad escolar se encuentra en un punto distinto del camino, con necesidades y posibilidades propias. En este sentido, puede utilizarse de manera puntual, ofreciendo una “fotografía” del estado actual de la convivencia en el centro, o bien aplicarse en distintos momentos del curso para realizar un seguimiento de las acciones emprendidas y de los avances o transformaciones que vayan produciéndose en este ámbito.
Tras el análisis, cada centro recibirá un informe de resultados que refleje la situación en materia de convivencia, acompañado de propuestas y recursos que faciliten la reflexión, el trabajo conjunto y la mejora continua desde un enfoque restaurativo y relacional.